Quizá no tenga mucho que decir cuando fui jurado en el Encuentro Estatal, Deportivo y Cultural CECYTEH, en la categoría de cuento corto.
La invitación nos las dio Gerardo Guzmán Rivera, del departamento de Coordinación Municipal del Deporte, ya que nos había recomendado María Luisa Martínez Torres, directora de Casa de Cultura.
El evento concurrió en el atrio del Ex-convento de San Francisco de Asís. Nos habían dado unos formatos de evaluación que llené a regañadientes, siempre me ha sido difícil dar una valoración a los textos ajenos a mí, así que me interesó más escribirle sugerencias en los bordes de los cuentos participantes que dar un veredicto, cosa que finalmente hicimos.
Mis compañeros de jurado fueron Maricruz Santillán y Agustín Sánchez quienes concordamos que hacía falta experiencia a las personas evaluadas y nos preocupó, no sólo que los textos que enfrentábamos eran a nivel estatal, sino que teniendo el apoyo de sus profesores no se filtraran sus errores ortográficos, so pretexto de no querer intervenir en el proceso creativo del alumno. Hubo quien memorizó su cuento y lo declamó abiertamente frente a los asistentes, pero al menos a mí no me llamó.
Es difícil encontrar las palabras correctas para dictarle a un joven incipiente nuevos caminos para abordar su trabajo, puesto que es posible herir susceptibilidades y éste abandone el camino de la letra por creer que se impone nuestro punto de vista. Simplemente hay que subir de la mano lentamente de la mano de los jóvenes por la escalera de la prudencia y eso en un sólo día es imposible.
Jurado:
Maricruz Satillán.
Agustín Sánchez.
Bersaín Lejarza.
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